
Individual
Cubre exclusivamente a una persona específica. Se emite a nombre de un empleado en particular y garantiza que, si él comete un acto deshonesto, la aseguradora responderá hasta el monto contratado.
¿Cuándo se usa?
Cuando se quiere cubrir a empleados con funciones críticas (por ejemplo, cajeros, contadores, tesoreros).
Colectiva
Cubre a un grupo de empleados que cumplen funciones similares o relacionadas con manejo de dinero, bienes o valores. No se especifica a cada persona por separado, pero todos deben estar dentro de la nómina o listado cubierto.
¿Cuándo se usa?
Cuando se quiere proteger a todo un equipo o departamento (por ejemplo, todos los cajeros de una cadena de tiendas).
Fianzas de Fidelidad
FIANZAS DE FIDELIDAD

Una fianza de fidelidad es un tipo de garantía que protege a una empresa o empleador contra pérdidas económicas ocasionadas por actos deshonestos o fraudulentos cometidos por sus empleados durante el desempeño de sus funciones.
En términos simples:
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Si un trabajador roba dinero, bienes, valores o comete algún fraude contra la empresa, la aseguradora paga la pérdida hasta el monto establecido en la póliza.
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Luego, la aseguradora buscará recuperar el dinero del empleado responsable.
Características clave:
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Quién la contrata: normalmente la empresa o empleador.
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A quién protege: al patrimonio del empleador.
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Qué cubre: robos, desvíos de fondos, fraude, abuso de confianza y otros actos ilícitos cometidos por el trabajador.
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Qué no cubre: errores involuntarios, negligencia sin dolo, pérdidas por causas ajenas al empleado (por ejemplo, desastres naturales).
Ejemplo sencillo:
Una tienda contrata a un cajero y, después de unos meses, descubre que ha estado sacando dinero de la caja durante semanas. La empresa tenía una fianza de fidelidad; la aseguradora paga el monto perdido y luego reclama legalmente al cajero.